El Teatro Maestro Álvarez Alonso fue el escenario perfecto para declamar el Pregón Oficial de la Semana Santa 2017, en esta ocasión, declamado por Antonio Moncayo Garrido, Hermano de la Santa Vera Cruz y Cofrade.

 Miguel Ángel Cruz Villalobos fue el responsable de presentar al pregonero, al protagonista de aquella noche. Cruz habló sobre Moncayo, lo alabó e inclusó narró dónde y cuándo lo había conocido. Describió con tres palabras a la persona que saldría instantes después para fundirse en un abrazo y dejar que Antonio tomara posición en el atril para comenzar con la labor que le habían encomendado.

Tomó agua y respiró profundamente. Nada más colocar el discurso en el atril, detrás de Antonio Moncayo se abrió el telón y se descubrió un fondo lleno de, como no podía ser de otra forma, cruces. Las cruces acompañarían a Antonio en su pregón, de todas las formas, de todos los tamaños, hasta la Cruz de Jerusalén en un tapiz negro llegó hasta el curioso decorado. Todo medido y equilibrado al detalle.

El pregonero se definió como un humilde Cofrade y contó sus viviencias y experiencias en la Semana Santa, con su piel Cofrade que sale cuando La Borriquita sale anunciando la llegada de Jesús a Jerusalén. Cofradía en la que, por otra parte, Moncayo Garrido comenzó siendo pequeño su vida cofrade, con una túnica blanca que su madre le realizó con la cola de su vestido de novia, un atuendo muy especial que sus propios hijos han llevado hasta hoy.

Antonio Moncayo expresó todos sus sentimientos hacia nuestra Semana Santa, cómo la vive, cómo la siente y todo lo que significan para él los siete días que pronto llegarán. Asimismo, con este mismo discurso, cumplió con el objetivo de su pregón: invitar a la gente a participar de nuestra Semana Santa.